»Dios amó tanto a la gente de este mundo,
que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no
muera, sino que tenga vida eterna.


martes, 20 de marzo de 2012

politica y religion?...por si alguna vez te paso por la mente !!!....

politica y religion?...por si alguna vez te paso por la mente !!!....

En un artículo de la revista Newsmax, el evangelista Pat Robertson comentó que si pudiera cambiar su pasado, le hubiera gustado haber invertido más tiempo compartiendo el Evangelio y menos en la política.

Al examinar la vida de Jesucristo, yo no lo veo involucrado en esa arena, a pesar de que vivía en un tiempo de muchos disturbios.  De hecho, cuando intentaron involucrarlo en la lucha política entre Roma e Israel, preguntándole sobre el asunto de los impuestos que Cesar había impuesto injustamente sobre ellos, el Maestro no se dejó implicar.

A menudo me preocupa ver pastores y ministros metidos en la política o usando el púlpito para favorecer algún partido político. Dios no nos ha llamado a la política, sino a proclamar Su reino.

Nuestra esperanza de cambio tiene que estar en Dios y no en un partido o sistema político. Jesús no murió en una cruz para cambiar la sociedad, sino para salvar al pecador. ¿Qué importa si alguien comparte  nuestra persuasión política, si se muere sin Cristo? Dios está muy por encima de nuestras ideologías, el hecho está, que la iglesia de Cristo se multiplica en todas las naciones del mundo; sean democráticas, comunistas, islámicas o budistas.

Como cristianos, no podemos vendernos  a un partido, necesitamos permanecer independientes para poder ser una voz profética en todos los sectores de la sociedad y en todos los partidos para así poder llevarlos  a Dios. La Justicia y la rectitud no son de ningún partido, sino de Dios.

Dejemos de correr tras de los funcionarios para pedir favores y recursos, corramos al Señor de Señores, que es dueño del oro y la plata, la tierra y su plenitud.

Que tú y yo lleguemos al fin de nuestra vida sin nada de que lamentarnos, habiéndolo dado todo para el glorioso y eterno, Reino de Dios.